Se trata de un contrato por el cual se obliga a poner a disposición de su cliente un determinado límite de crédito, durante un período de tiempo pactado.
El tiempo pactado, por su finalidad (financiación del ciclo comercial), no suele superar un año. Esto es así porque en toda financiación el plazo de vencimiento de una deuda debe siempre estar en consonancia con el plazo de maduración del activo que está financiando. Los activos que constituyen el circulante suelen hacerse líquidos normalmente en un plazo no superior al año.
La finalidad genérica de un crédito en cuenta corriente es atender necesidades de tesorería, esto es, cubrir un desfase entre cobros y pagos. Todo presupuesto de tesorería se basa en enfrentar los cobros y pagos previstos (proveedores, nóminas, alquiler, gastos generales, impuestos, etc.). La diferencia entre los cobros y los pagos previstos, combinada con el saldo en caja, nos da la posición de tesorería en cada momento.
En este sentido, a lo largo del ciclo de explotación se producen saldos de tesorería tanto positivos como negativos, que, en este último caso, es necesario financiar.
La cuenta de crédito cumple esta función, cubrir el déficit de recursos a corto plazo. Esto es así gracias al elemento distintivo del crédito en cuenta corriente, la existencia de un límite disponible de crédito.
Características:
- Monto mínimo del crédito: $10,000.00.
- Plazo del crédito: de 4 a 10 meses.
- Tasa de interés máxima: 24% (Tasa de interés fija durante la vigencia del crédito).
- Porcentaje máximo a financiar: 80%.
- Comisión por apertura de crédito: Máxima 1.5 %.
Advertencias:
- Incumplir con tus obligaciones te puede generar intereses moratorios.
- Contratar créditos por arriba de tu capacidad de pago puede afectar tu historial crediticio.
- El avalista, obligado solidario o coacreditado responderá como obligado principal frente a IPC FINANCIERA.